En México el aparato judicial responde a intereses de un sistema de corrupción e impunidad, para ello las muestras son vastas en el Estado de Chiapas. Es histórica la lucha de personas en búsqueda de la libertad, debido a que una vez que caen en la red judicial empieza el infierno con el propósito de la anulación humana, que, en actos violatorios de privaciones arbitraria de la libertad, tratos, crueles, inhumanos y degradantes, tortura en acciones directa; además, sus procedimientos legales están plagados de violaciones al debido proceso, como no tener una defensa adecuada, o no contar con traductor de su propio idioma y cultura, siendo víctimas de juicios injustos.
¿Pero, quiénes son estas personas? Marcelino, Germán, Abraham, Adrián y Juan, fueron detenidos arbitrariamente, pusieron en riesgo su vida para romper los muros de la cárcel de estos centros de exterminio que están llenos de personas que no han cometido el delito que el gobierno mexicano le ha fincado. Los compañeros con gran valor desafiaron al sistema de opresión para obtener vida, para arrancarle a la impunidad el derecho de existir. Abrieron una grieta al sistema para generar luz para ellos, su familia, para nosotras, pues demostraron que la lucha y resistencia son los caminos para la libertad.