Especialmente en el marco de la estrategia de contrainsurgencia desarrollada por el gobierno mexicano durante la década de los noventa gasta el año 2000, donde el Ejército mexicano y grupos paramilitares tuvieron un papel protagónico.
Los crímenes de lesa humanidad cometidos en la zona norte de Chiapas, ejemplifican una práctica de desaparición forzada, ejecuciones extra judiciales, tortura, y desplazamiento forzado, ocurridos en el pasado, vigente en su erradicación en México, por lo que es imprescindible generar nuevas narrativa para la Memoria Histórica, conocer y vincularse con otras organizaciones para intercambiar y conocer formas de trabajo para la exigencia de justicia, verdad y memoria.