Pasar al contenido principal
a

La opacidad e inacción del Estado mexicano es una amenaza inminente a la paz en Chiapas

San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México
26 de mayo de 2023

Boletín No. 12

La opacidad e inacción del Estado mexicano es una amenaza inminente a la paz en Chiapas

  •     Tensión en territorio zapatista


El primero de enero de 1994, se levantó en armas el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) declarando la guerra al Estado mexicano, luchando por trabajo, educación, salud, justicia, tierra y libertad, después de 12 días y por la presión de la sociedad civil nacional e internacional se decretó el cese al fuego en contra de los pueblos zapatistas. Posterior a los Diálogos de San Andrés el gobierno mexicano incumplió con los acuerdos para reformar la Constitución y cumplir a cabalidad con los derechos de los pueblos indígenas, a partir de entonces el EZLN ha construido su autonomía y autodeterminación en su territorio de manera civil y pacífica, además es un actor clave para el avance y ejercicio de los derechos de los pueblos originarios.

Durante estos 29 años el EZLN ha sido hostigado y continuamente agredido por el Ejército mexicano y grupos afines al Estado, las estrategias de guerra y contrainsurgencia modifican sus métodos de violencia, con finalidad de destruir y cooptar los movimientos de resistencia y emancipatorios que están pugnando por el respeto de sus derechos, y en este territorio por los derechos colectivos que reivindican como pueblos originarios.

Los hechos de violaciones al territorio, a la autonomía y libre determinación, las agresiones, ataques armados, criminalización entre otros, los hemos documentado y denunciado constantemente en todas las esferas de responsabilidad, tal y como fue el asesinato impune del maestro Galeano en el 2014, que marco un nuevo escenario con organizaciones aliadas a los gobiernos en sus tres niveles (municipal, estatal y federal).

 Este sexenio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, no se ha quedado atrás, los ataques hacia las tierras recuperadas del EZLN son constantes, en algunos territorios autónomos hemos documentado agresiones, amenazas y ataques armados, como es el de la Junta de Buen Gobierno (JBG) del Caracol 10 de Patria Nueva, las Bases de Apoyo del EZLN han sufrido graves violaciones a derechos humanos como privaciones arbitrarias de la libertad, torturas, desplazamiento forzado y varios heridos por armas de fuego.

En la actualidad está vigente la Ley para el Diálogo, la Conciliación y la Paz Digna en Chiapas, en la que el EZLN es ejemplo y ha tenido una acción continua en la que propone, construye y resiste de manera pacífica, siendo un parteaguas para muchos pueblos que están por la defensa de la vida y el Territorio.

De todos estos hechos de agresión y ataques hacia el movimiento zapatista, se ha informado con todo el rigor documental a las instancias del Estado que tienen la competencia y que deben respetar, garantizar y proteger los derechos humanos, sin que hayan mostrado voluntad política para atender la urgente situación. Desde el Frayba expresamos nuestra preocupación por la constante violencia que ha recibido el EZLN y que vemos un incremento debido a la impunidad activa generada desde el gobierno mexicano.

En uno de sus últimos comunicados del 2021, el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del EZLN (CCRI-CG-EZLN) advertía que Chiapas se encontraba al borde de la Guerra Civil.1 Su perspectiva es un síntoma de los que vamos viviendo en el territorio Chiapaneco.

Desde el Frayba manifestamos que vivimos en una constante inseguridad, con alto riesgo a la vida, lo cual ha dado el incremento de la violencia extrema contra las Bases de Apoyo del EZLN, como el cometido el 23 de mayo en la región de Moisés y Gandhi. Esto se ha expandido hacia otros territorios que están siendo vulnerados desde la criminalidad que controla las vidas de comunidades y pueblos como lo que sucede en la frontera sur de Chiapas.

Ante este contexto declaramos que nuestro deber insoslayable es el de parar esta violencia que viene creciendo y vemos que se puede hacer con la organización de los pueblos, comunidades, organizaciones, barrios y colonias; desde su propia raíz y cultura, para desactivar la violencia y construir la paz desde abajo, apostando la posibilidad de la reproducción de la existencia en donde se pondere la buena vida.

Es urgente que el Estado mexicano haga su trabajo a cabalidad y atienda inmediatamente el problema de fondo a fin de garantizar el diálogo y la paz en Chiapas, generando rutas claras para alcanzarla.

Convocamos a la solidaridad nacional e internacional a exigir al Estado mexicano actúe de manera contundente para que cesen de manera inmediata los ataques hacia el proyecto político autonómico del EZLN y la violencia generalizada en el estado de Chiapas, así también solicitamos a la solidaridad a dar muestras de apoyo a los pueblos que defienden la vida, el territorio, a la madre tierra y la paz.